Pan de Ángel, más de 150 años haciendo obleas

En realidad, las cosas han cambiado mucho desde que Gaspar Martín iniciara en Cipérez la fabricación de nuestras famosas obleas. Pero, en lo sustancial, en lo que de verdad caracteriza nuestro producto, apenas ha habido variaciones. Las obleas se siguen elaborando con las mismas materias primas: harina, huevo y azúcar. Tres ingredientes que llevan más de 150 años con nosotros.

Es curioso que el formato, la silueta redonda, y la ligereza de nuestra oblea se hayan mantenido intactos, con las lógicas variaciones sobre la decoración que siempre ha caracterizado nuestro producto. Grabados en forma circular inspirados en la heráldica, bordados, iconografía popular… Aunque siempre destacan Fabián Martín y Cipérez. No cabe duda de que estos perfiles culturales nos definen como una empresa alimentaria de claras raíces familiares y rurales. Nuestro padre, Fabián Martín, el verdadero impulsor de las obleas y el primer empresario en este sector, nos cuenta a menudo que, cuando apenas tenía nueve años, ya ayudaba a su padre en la elaboración de unas obleas que, por aquel entonces, se elaboraban de forma manual en las planchas de hierro. La materia prima y el formato eran exactamente iguales, tanto que él mismo recortaba los bordes para que no se perdiera la silueta circular que siempre caracterizó a nuestro producto.

Cuando hoy comprobamos que las obleas se consumen en fiestas infantiles, en conciertos o eventos deportivos con bastante júbilo y alegría, recordamos aquellos días en los que los obleyeros acudían a las fincas del Campo Charro para elaborarlas en vivo y en directo. Todo esto nos conduce a la seguridad de que el camino emprendido hace más de 150 años fue el correcto.