Tu merienda de invierno, ¡con Obleas Pan de Ángel!

El frío ha llegado hasta nuestras vidas para quedarse durante un tiempo. Es el momento de reunirnos en casa y disfrutar de esos platos que hacen que se nos reconforte el cuerpo y el alma. Es el momento perfecto para recuperar las meriendas de nuestra infancia. Y ahí, Obleas Pan de Ángel es imbatible. Porque hay cientos de maneras de comerlas, con recetas facilísimas y rapidísimas. Una manera diferente de sorprender a toda tu familia.

Vamos a empezar por una de nuestras favoritas, para la que solo vas a necesitas agua, chocolate a la taza y nuestras Obleas Pan de Ángel. La clave es hacer un chocolate espeso y delicioso para, a continuación, untarlo con nuestras obleas. Solo el gesto de partir la oblea y mojarla en el chocolate os hará adelantar lo riquísimo que está. Porque al dulzor de ese chocolate se suma al crujiente y a la delicadeza para hacer una merienda imposible de superar.

¿A tus hijos les cuesta comer fruta? Pues las meriendas son el momento perfecto para que lo hagan. Pon una Oblea Pan de Ángel sobre el plato y corta en pedacitos pequeños la fruta que más les guste: plátano, kiwi, frutos del bosque… Añade un yogurt natural y un poco de nata montada. ¡Y ya está! Estamos seguros de que a los más pequeños de la casa les va a encantar la mezcla de sabores y texturas. Comer fruta ya nunca volverá a ser un problema.

Nosotros solo te hemos dado unas cuantas ideas, pero las Obleas Pan de Ángel son tan versátiles que tu imaginación es el límite. Además, son perfectas para que los niños puedan prepararse su propia merienda y empiecen a familiarizarse con la cocina.