Agustín Maíllo, del restaurante Mirasierra (Mogarraz, Salamanca) se ha alzado con el primer premio en el “II Concurso de Recetas Obleas Pan de Ángel”, organizado por la empresa familiar Pan de Ángel y valorado en 1.200€. Lo ha hecho con su plato “Manitas, tomate, oblea y avellana”.El segundo lugar, agraciado con 500€, ha sido para Leticia Martín, del restaurante Estoril de Ciudad Rodrigo. El resto de profesionales que han llegado a la gran final presencial después de una valoración inicial de más de una veintena de recetas provenientes de toda Castilla y León han sido Ana Municio, de la Taberna de Perorrubio (Perorrubio, Segovia); Andoni Sánchez, del restaurante Villa de Frómista (Frómista, Palencia); y Mar Marcos, del restaurante España (Fermoselle, Zamora).Un jurado profesional, compuesto por periodistas especializados, expertos en nutrición y autoridades de la hostelería salmantina, ha sido el encargado de valorar las elaboraciones y seleccionar las recetas ganadoras. Los jurados han sido los periodistas Paco Cañamero, Santiago Juanes, Henar Martín y Javier Pérez Andrés, el profesor de la Escuela Municipal de Hostelería de Santa Marta, Adrián Casado, y la nutricionista Noelia Lázaro, de Nutrelia. “Después de esta segunda edición del certamen, sigo plenamente convencido de que un producto tan tradicional y tan nuestro como es la oblea, en este caso la de Cipérez, tiene cabida en las cocinas profesionales de todo tipo de restaurantes”, ha afirmado Pérez Andrés.Fabián Martín, cuarta generación de la empresa familiar Pan de Ángel, ha expresado su sorpresa y satisfacción por el gran nivel de los platos presentados en el certamen. “Este año el jurado lo ha tenido muy difícil. Incluso la selección para esta final fue complicada, porque las recetas que llegaron desde las nueve provincias estaban muy logradas. Quiero felicitar a los ganadores, por supuesto, y mostrar nuestro agradecimiento a todos los profesionales que se han presentado”.Pan de Ángel, ubicada en la localidad salmantina de Cipérez, ha puesto el foco en las múltiples posibilidades que ofrece este producto tradicional en la cocina. Un ingrediente destacado debido a su fragilidad y delicadeza, capaz de fundirse con líquidos y acentuar y enriquecer sensorialmente a los sólidos, además de aportar su componente crujiente. El II Concurso de Recetas Obleas Pan de Ángel ha vuelto a demostrar que las obleas de Cipérez tienen cabida en la comanda de cualquier restaurante.
Agustín Maíllo, del restaurante Mirasierra, campeón del II Concurso de Recetas Obleas Pan de Ángel
